Francisco del Castillo y el Señor de los Milagros
Compartimos notas del Venerable Siervo de Dios P. Francisco del Castillo SJ y la devoción al Señor de los Milagros, tomadas de la Autobiografía y de la biografía escrita por el P. Armando Nieto SJ: «Francisco del Castillo, Apóstol de Lima».
El jesuita Padre Francisco del Castillo salió del Colegio de San Pablo de la Compañía hasta la Plaza Mayor de Lima exhortando a todos al arrepentimiento, repitiendo con los brazos extendidos: “Lima, Lima, tus pecados son tu ruina”. El Padre del Castillo atendía a los más pobres de Lima, a la gente morena y a los españoles y criollos. La misma tarde del temblor, recorrió la ciudad, prestó auxilio a los necesitados y, al pasar por la Catedral comenzó a seguirle la gente, conocedora de su fama de santidad por su generoso e infatigable celo apostólico. Aprovechó la ocasión para predicarles, desde una enramada bajo la cual se empezaron a celebrar oficios religiosos por un tiempo, por temor a nuevos temblores. Invitaba a los limeños a orar con humilde contrición y arrepentimiento.
Al día siguiente, domingo, como continuasen los temblores, se llevó en procesión la imagen de Cristo Crucificado desde la Capilla de Nuestra Señora de los Desamparados hasta la Catedral, con acompañamiento de mucha gente. Después del gran terremoto, la imagen sobrevivió intacta incluso después de una serie de fuertes temblores que llegaron en los años posteriores. Esto hizo que la fe alrededor de ella se incrementara y que el Cristo de Pachacamilla se convirtiera en el protector de Lima. La noticia de varios hechos milagrosos atribuidos a la imagen mural atrajo el interés del público, y la imagen comenzó a ser conocida como el «Señor de los Milagros». El Señor de los Milagros, es el mismo Cristo Crucificado que nos abraza, cuida y protege.